Diciembre... Víspera de Navidad 2006.


... Y los días se me pasaron desde mediados de Noviembre queriendo escribir algo acerca de mi muy particular forma de ver y percibir el panorama en el último mes del 2006 que practicamente dentro de unos cuantos días comenzará a agonizar.

En todos lados escucho y leo que todo mundo habla de "cerrar círculos", finalizar ciclos, dejar atrás momentos, etapas ya vividas, despojarse de los recuerdos (como si eso fuera tan fácil), para viajar "más ligero" por esta transitada carretera llamada vida, y aunque yo no estoy excenta para estar también instalada en esa sintonía, pienso que a diferencia de todas las personas que conozco y me rodean, yo llevo más de un año inmersa en ese proceso de cuestionarme ¿Qué es lo que quiero hacer exactamente con mi vida? y en el intento de "tirar y deshacerme" de todo lo que ya no tiene utilidad en mi vida, para así dar paso a lo nuevo -que quien sabe como venga-, pero el caso es hacerle campo porque lo único seguro es que va a llegar.

El año se fue otra vez volando, y en este momento que representa mi vida presente, mientras allá afuera hace un fríazo tremendo y en las calles todos los días hay mucho tráfico a toda hora, de dos días a la fecha pienso en que este Diciembre y en víspera de Navidad 2006, mi cierre de ciclo no podía ser menos distinto e incierto de lo que ya es.

El primer cambio drástico es que me he quedado sin trabajo, la frase suena bastante dramática y a "que gacho que te suceda eso justo en esta época del año", pero pasa algo muy extraño... La noticia no me tomó por sorpresa y contrario a lo que pudiera pensarse: me siento muy tranquila... No sé, la verdad no sabría como explicarlo, pero algo dentro de mi me dice que sólo es cuestión de que busque y voy a encontrar un nuevo trabajo, y por otro lado, del día de ayer (que me dieron la noticia de forma "Extra-Oficial") a hoy, no he dejado de pensar en que el sorpresivo e inesperado cierre que pone fin a una etapa dentro de una empresa con la cual he crecido y a la cual le di 8 años de mi vida, sucede justo ahora, a final del 2006 y después de semanas enteras en las que muchas de mis horas se gastaron pensando y cuestionándole a Dios ¿como le hacía para saber si en ese aspecto de mi vida estaba o no yo todavía en el lugar correcto?

No sé si sea malo o bueno que yo me sienta tan tranquila y confiada y mentiría si dijera que no voy a extrañar a mis compañeros, la oficina y muchas de las actividades que eran parte de mi responsabilidad en el trabajo y disfrutaba mucho hacer; pero quizá -y como yo misma me sorprendo haberle dicho a alguien cercano- tal vez "allá arriba" ya me quieren en otro lado y dedicada a otra cosa diferente.

La lección más importante en estos últimos meses y que me ha costado literalmente "lágrimas de sangre" aprender (bueno, no de sangre, pero si me ha hecho llorar muchas veces), es la del "Desapego", la del desprendimiento en todos los sentidos (físico, emocional, material, etc.) y aunque duele ¡y cañón!, tal vez eso es lo que me va a preparar para afrontar otras cosas más adelante, la verdad no lo sé.

Lo único que si tengo claro es que todo esto me ha hecho echar un vistazo adentro de mi misma y darme cuenta que hay muchas cosas de mi que no me gustan y quisiera saber como encontrar el valor para cambiarlas, porque también ya estoy cansada de que mis pensamientos y emociones esten matizados siempre con colores grises y melancólicos, cuando en mi interior hay también una desesperación inmensa por vivir cada instante al máximo, por aprender un montón de cosas, conocer lugares, llenar mis sentidos con nuevos aromas y sonidos; teniendo al mismo tiempo adentro de mi tanto amor y ternura para regalar a quienes forman ya parte de mi vida y a quienes en algún momento coincidan en el mismo tiempo y espacio que yo.

Aún es muy pronto para hacer un balance de todo lo bueno y malo que hubo en este 2006, pero por lo pronto esta noche la cierro pensando en que deseo de todo corazón vivir una Navidad distinta, valorar que una vez más se me va a permitir tener a toda mi familia reunida y de la larga lista de regalos que quiero y "Obviamente me merezco" (porque soy una buena persona), mi deseo se reduce a algo muy simple:

Aún cuando no tengo ni la menor idea de que pasará conmigo más adelante, me gustaría encontrar cada día elementos que fortalezcan mi espíritu a tal grado que aprenda a confiar sin cuestionar que cualquier circunstancia que tenga que afrontar (sea buena o mala) servirá para convertirme en una mujer capaz de pensar y mirar más allá de si misma.

Por lo pronto y contrario a lo que pensaba, mañana es la última comida del año para celebrar Navidad con mis compañeros del trabajo y saliendo de ahí me gustaría ir al cine con mi amiga Claudia a ver una película que se ve va a estar divertida y me llamó mucho la atención.

Luego vengo a contar como me fue... ¡Bays!


Comentarios

Anónimo dijo…
Hola Martha! Creo que tienes una gran oportunidad de un cambio radical, algo que te haga crecer y a la vez dejar el pasado donde debe estar, seguramente con la experiencia que tienes encontrarás algo muy bueno pronto. No te desanimes y quedate con esa actitud que estas mostrando,admiro tu tranquilidad al tomar las cosas de este modo. Es muy admirable. :)
dehg dijo…
Te mereces un mejor año, y desde aqui te mando animos, que las cosas van a salir por su propia cuenta.

Desde aqui te mando un abrazote y te deseo Feliz Navidá! :)

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