"De-mente Ausente".


Despertó un día y se miró al espejo... Reconoció su figura en el cristal, pero ya no pudo volver a decir nunca más quién era él.

A partir de ese día se convirtió en un hombre sin pasado ni futuro. Vivía sólo por vivir en el presente y ya no recordaba aquella discusión que lo hizo disgustarse al grado de enfermarse... La noche con la visión de luces en colores rojo y azul reflejándose ante sus ojos de manera intermitente, ni tampoco aquel sonido que aturdió aún más su cerebro; mientras que en el camino -al igual que sus sentidos- al parecer su vida entera se perdió.

Los médicos dijeron que el conato de embolia provocó que su cerebro sufriera un daño irreversible, que tenía mucha suerte de seguir aún con "vida", pero sobre todo, de poder tener aún movilidad en cada parte de su cuerpo... Pues en comparación con eso, el haber perdido unas cuantas neuronas era un hecho por el cual debía sentirse afortunado y agradecido, pero ni en la medicina ni en la ciencia cabía el argumento de que en realidad él perdió mucho más.

La noche en que la tristeza llegó para instalarse de lleno en su vida; la razón hizo las maletas y partió con destino hacia un viaje muy largo...

Tal como la ensoñación de un pintor Catalán que existió alguna vez en Girona, los cajones de su mente quedaron vacíos de momentos y recuerdos... Ningún rostro ya que le produjera emoción o reacción alguna, porque todas sus memorias se cubrieron con el polvo que se coló en cada resquicio de su mente ausente.

Sabía cuál era su nombre todavía, pero en realidad daba igual si alguien lo llamaba o no... El olvido causó tal estrago en su esencia que dejó de ser el maestro, el padre de familia, el hombre que lo sabía todo (y por lo mismo nunca faltaba quien le preguntara)...

El tiempo transformó su apariencia en unos cuantos meses... Envejeció a toda prisa y se convirtió en un hombre senil de pasos lentos que denotaban como lo que debió haber sucedido gradualmente le cayó un día de golpe.

El apasionamiento por la política y la abogacía que en tantas ocasiones lo llevó a ser intransigente se evaporó por completo; mientras que su existencia quedó reducida a las funciones y necesidades físicas más elementales... Pues entre 4 paredes nada de lo que sucediera en su entorno importaba ya.

Rodeado de extraños de rostros conocidos... Muchas veces se perdía en el intento por buscar algún recuerdo que asociar con la fisionomía de quien le hablaba; pero era demasiado esfuerzo para su mente ya vacía, y en el camino optaba mejor por perderse en el silencio, mientras su mirada se podía quedar fija durante horas en un punto indeterminado del eterno infinito...

Sin quererlo o desearlo, su tiempo, logró desprenderlo de la realidad y las prisas del mundo real y ahora lo empleaba para permanecer la mayoría de las veces en un espacio lleno de ensoñaciones e irrealidad...

Por momentos la razón parecía arrepentirse de haberlo abandonado... Y en los instantes en que se asomaba a sus ojos a través de un brillo distinto, (con la esperanza de querer volver), la tristeza salía otra vez hacia su encuentro, para recordarle la larga lista de motivos que justificaron que un día decidiera marcharse sin volver la vista hacia atrás...

Dicen que "el cuerpo físico" es como una especie de "estuche" en el que Dios empaqueta el alma de cada persona... El suyo llevaba más de 2 años prácticamente vacío; o tal vez fue que le dejó sólo las emociones básicas; pues ahora disfrutaba de los días de sol, de los juegos y ocurrencias de los niños (que la mayoría de las veces lograban arrancarle una sonrisa); y hasta alguna vez logró reírse a carcajada abierta de la torpeza que provocó la caída de un perro negro al caminar.

En sus momentos de "lucidez", tal vez los pedazos de algún recuerdo roto provocaban que él llorara...
No podía ya reconstruir con ellos parte de su vida, pero si le traían a la consciencia imágenes difusas... El rostro de su madre; quizá la remembranza por alguno de sus viajes a Morelia, el nombre de su esposa o alguno de sus hijos que al igual que cuando estaba "cuerdo", le producía la sensación de que ya no le representaban nada en lo absoluto; puesto que llegó un día en que de verdad se sintió muy solo -aún estando acompañado-, y a esa profética advertencia que les había hecho: de levantarse un día y alejarse caminando de sus vidas; la cordura si le tomó la palabra, y la promesa se cumplió.

Sentado sobre la banqueta en días soleados; la vida para él quedó reducida a las cosas más simples y sencillas... Puede ser que quien pase por ahí y lo vea nunca pueda tener la capacidad para entender porque sin importar la efusividad con la que lo saluden, para él todos, sin distinción alguna son extraños...

Estando vacío por dentro, tal vez las emociones que los médicos definen como simples "reflejos" son todo lo contrario y se intensifiquen a su máxima potencia... Para el común de la gente representan sólo una injustificada volubilidad que nadie soporta, porque ha sido en esos momentos de enfado cuando a más de uno lo ha mandado al diablo...

Lo que nadie sabe es que cuando eso pasa, su enfado lo provoca mirarse a si mismo con esos trozos de recuerdos que ya no puede reparar, porque el día en que la razón decidió marcharse lo dejó sin esperanza, y sin eso él ya no podrá volver a ser nada otra vez...

Es irónico, pensar que lo que para muchos representa una tragedia lamentable, quizá fue lo mejor que pudo haberle sucedido... La cordura decidió abandonarlo y ahora él es el claro ejemplo de esa vida de paz y simplicidad a la que muchos de nosotros aspiramos y pasamos años enteros buscando en sitios equivocados, sin sospechar siquiera que la llevamos en nuestro interior...


A veces lo miro y trato de imaginar: ¿Dónde estará ahora su mente?... o si en otro espacio y tiempo ¿Llegará Dios algún día a llenar su "estuche" otra vez?... Tal vez la respuesta nunca la conozca y mientras los demás se lamentan porque ante sus ojos él vive bajo una atmósfera de incoherencia, me pregunto si la de-mente ausente no seré yo...

Comentarios

Yo creo que a lo que más miedo le tengo es a eso, a perder la razón, o que mi cabeza no funcione bien cuando sea mayor, es triste quedarse sin recuerdos, sin identificar esos rostros que tan familiares son, pero también es muy triste que esa persona que tanto le dio a los suyos ahora que está enfermo no reciba toda la atención que se merece y necesita. Muchas veces pasa que cuando ya no sos el mismo de antes, y necesitas ayuda te convertís en una carga, y nadie tiene en cuenta que estar ahí cuando te necesita un ser querido es un enorme acto de amor.

Ojalá que toda esa paz que parece tener y se la da las cosas sencillas realmente sea así, para que el resto de su vida sea lo más tranquila posible.

Te dejo muchos abrazos!
El día que me quede sin memoria matenmé por favor. Andar muerto en vida sin recuerdos no tendría caso vivir. Haber tenido una vida fabulosa y al despertar ya no acordarse de nada es estar en una prisión estando en libertad. Esutanasia, dónde estás? Un beso!
SERHUMANA dijo…
Martuchis, justamente termino de ver una peli "ELHOMBRE SIN PASADO" que habla de algo parecido, encarado desde otro angulo.
No sé, mi impresion es que puede resultar feo, si uno vive constantemente pensando en los recuerdos que no tiene, pero si en cambio, lo toma como que cada día es nuevo por completo, y se acostumbra uno psicologicamente a vivirlo asi, quizas no sea tan malo. De todas maneras, los recuerdos, tienen que ver, con la identidad, y esa es la parte que molesta, que duele, que uno busca reparar a toda costa. Por mas que queramos inventar quienes somos de hoy en adelante, muchas veces eso lo logramos, sabiendo quienes fuimos. Por otro lado, ¿cuantas veces queremos borrar recuerdos?
Es tan complejo el tema Martuchis!!!!!!!!!!
Pensaba tambien en lo que decias d elos niños, pensar que los viejitos se parecen tanto a los niños, y hasta en el tema de la memoria. Los niños no recuerdan al principio, empiezan a ejercer la memoria luego, en los primeros meses no.
Tambien me hiciste recordar a Memento, ¿la viste?
Resumiendo, lo peor que me parece de perder la memoria, es perder la identidad que de apoco fuimos construyendo con cada experiencia, y con cada cosa aprendida.
En cuanto a la locura, me parece distinto, y mas triste.
BESOS GRANDES MARTUCHIS!!!!!!!!!!
Anónimo dijo…
hola

ah que caray, debe de ser muy feo quedarse sin memoria, hasta me acuerdo en el libro de 100 años de soledad que les da una enfermedad donde empiezan a perder la memoria, creo la fiebre del olvido o algo asi, que llegan al punto de ponerle nombre a todas las cosas, para que sirve y como se usa.

no me imagino si de viejita me quedo sin memoria, seria muy feo, pero igual es las personas que recuerdan todo del pasado y no recuerdan lo que acaban de vivir. todo lo que tenga que ver con un mal funcionamiento de la mente o perdida rara de la memoria debe ser horrible

sale me retiro
que tengas buenos dias, tardes, noches, semanas, etc.
jajaja

byE

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