Saludando en sueños a la muerte...



...Tuve un sueño extraño anoche, en el que por alguna cuestión me tocó saludar a La Muerte. No fue una pesadilla, ni tampoco me dio miedo. Es curioso porque en estas últimas semanas he estado tranquila; sí, reconozco que muy cansada físicamente, pero por dentro, muy tranquila, quizá como nunca o como no recuerdo haberlo estado en mucho tiempo.

Dentro de mi sueño yo estaba en casa. En una parte donde no recuerdo si comenté en algún otro post, en otro tiempo fue la cocina y era además la entrada principal. Ahí me vi hablando con una tía que vivió mucho tiempo con nosotros y ya falleció. No recuerdo exactamente la conversación, pero a pesar de que yo estaba súper a gusto charlando con ella, en el lapso en que compartía ese momento con ella, caí en la cuenta que ella ya no pertenece a este mundo desde hace muchos años; y aunque ya es habitual en mi encontrar de cuando en cuando a gente que conocí y ya falleció; en ese punto yo comenzaba a cuestionarme si no estaría también muerta yo.

La respuesta llegó de inmediato, pues de la habitación contigua a la cocina, surgía La Muerte. No era fea ni grotesca, esta vez, había tomado la forma física de mi hermano mayor, y bajo esa apariencia me decía que se había materializado así para poder acercarse a mi y decirme que "era mi tiempo ya".

Yo no sentía miedo, al contrario, le decía que en el fondo yo sabía que ella no era como mucha gente la pinta y que había sido innecesario el que tomara la apariencia de alguien de mi familia.
No hablábamos mucho, pero yo no tuve miedo nunca en ningún momento y hasta estaba incluso dispuesta a acompañarla, pero en ese instante me caía el veinte de que a pesar de que yo podía marcharme en paz, no podía irme sin despedir de alguien que es muy especial e importante para mi.

Al tomar conciencia de eso, yo le pedía a La Muerte, que me diera la oportunidad de ver a esa persona aunque fuera tan sólo una vez más. Ya no pude saber cuál era o fue su respuesta, ya que justo en ese instante, desperté otra vez.

Cuando abrí los ojos al mundo real, me quedé pensando durante un buen rato en ese extraño sueño, y fue en esos primeros minutos de la mañana, que me di cuenta también de que desde hace mucho no le tengo ya miedo a La Muerte y también de que si Dios decidiera que hasta este punto termina mi existencia, yo podría irme en paz.

Me hubiera encantado escribir todo esto por la mañana, pero la verdad ya no hubo tiempo; y pues durante toda la primer parte de este Sábado, estuve reflexionando acerca de si una vez que nos toca "desencarnar", La Muerte viene y se materializa en algo familiar y conocido... 

Quien sabe... Pero como dije ya, no fue un mal sueño y me quedo con la convicción de que si por alguna circunstancia yo dejara de existir, si me podría ir en paz....

Comentarios

Sergio dijo…
No sabemos cuándo nos toca, puede ser en cualquier momento, en este instante puede fallar el corazón o cualquier otra cosa.
Lo importante es saber que nos iremos sin más, quizá podamos despedirnos o quizá no, pero no importa, lo UNICO que nos llevaremos son nuestras vivencias, lo que vivimos, nada más.

Vive mi querida Martuchis, intensamente.

Un abrazo con amor
Victoria dijo…
Eso es un regalo Martha, saber que esta uno listo para partir a cualquier hora es un regalo.
Yo no se aún que haría pero por mi problema de salud que tuve si pensé que podría pasar y tampoco tuve miedo, aunque en ese momento estaba muy enamorada y queria vivir.

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