"Desempolvando" La Bitácora de Viaje...


...Han pasado poco más de dos años desde que se cerró por última vez La Bitácora de Viaje, y cuando eso sucedió quedó en mi -y como siempre-, un extraño sentimiento de nostalgia, porque nunca sé cuando va a volver a abrirse de nuevo para tener la emoción de un viaje y todo lo que se vive en ese proceso.

La última vez fue en el 2011... Fue la primera vez que volví a la capital de mi país, pero esta vez ya no para ver a Laura, sino como parte de una búsqueda espiritual -que lo veo así ahora- me fue preparando por dentro para muchas cosas complicadas que viviría después...

Todo cuanto sucedió en ese viaje: la cronología de lo sucedido, los recuerdos, los aromas, las imágenes y también las cartas que escribí y ya nunca entregaré; quedaron atrapadas dentro de esta especie de "diario virtual" del que cada uno de ustedes ha sido parte por más de 9 años, y es ahora cuando recuerdo y confieso aquí en el blog que se quedaron por ahí algunas notas sueltas en mi pequeño cuaderno para publicar... Tal vez más adelante lo haré.

De ese viaje recuerdo muchas cosas, creo que la más significativa (y que no he compartido más que en mi diario personal), fue una noche en que me vi al espejo en la habitación del hotel y por primera vez me reconocí realmente como era, y amé mi propio reflejo.

A partir de ahí muchas cosas cambiaron, porque a pesar de que siempre hay en mi, durante los viajes un sentimiento de añoranza por alguien que no estaba; no sé si fue aprender por fin a desplazarme en esa gran urbe por mi misma, que comencé a darme cuenta que todo lo que necesito está en mi interior y que tomar consciencia de que disfrutaba mucho de mi propia compañía y de mis pensamientos, me hizo empezar a amar todo lo que soy.

Creo que eso fue lo más valioso de ese viaje... El souvenir más interesante que se ha quedado ya entre mis letras y mi alma... En este inicio de semana, faltan alrededor de 18 días para volver a tomar un avión y viajar por un espacio de tiempo muy corto para volver a ver a Laura Pausini, luego de ocho años de no verla.

Esta vez no viajo sola. (van una amiga de El Paso, Tx, y un chico nuevo que no conozco), pero es una sensación extraña -más no desagradable- que me hace sentir como si yo fuera una persona distinta, inmersa en una película que desconozco...

Creo que este será el viaje más breve y el más ligero de equipaje (hablando en todos los sentidos)... Será el reencuentro con los amigos de tantos años, con la chica que no sólo llenó mi mundo con su música, sino que se convirtió en la motivación principal para arriesgarse a salir de mi pequeño mundo instalado en esta ciudad desértica; y quien quizá de esa manera y sin saberlo, me mostró que los sueños, por más descabellados que sean, siempre tienen posibilidad.

Sé que aunque será un lapso de tiempo muy corto, disfrutaré cada cosa como si fuera la primera vez, aquel viaje en el año 2000, y en el que mis cartas, suspiros y añoranzas ya no viajarán a la velocidad del pensamiento en la misma dirección...

Todos hemos cambiado, Laura también ha crecido, está en un momento muy hermoso de su vida y creo que por eso será lindo festejar con ella y con todos los amigos, estos 20 años de estar todos juntos a la distancia y compartir todavía tantas cosas...

La cuenta regresiva ya está en marcha, la fecha cada vez más cerca, y aunque todavía no saco la maleta de su oscuro letargo de tantos años, en este inicio de semana, al abrir el cuaderno que alberga el diario, la Bitácora de Viaje se comienza a desempolvar, al igual que las emociones y los sentidos para vivir esta aventura en la que cada uno de ustedes me acompañará con total complicidad...

Cada vez falta menos... Quedan pocos días y pues, a ver que pasa ¿no?... Yo sólo dejaré que la vida me sorprenda...

Lau: ¡Nos vemos pronto!

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