El Sueño De Martha Debayle.


Soñé a Martha Debayle... Estábamos así "casual" (como dicen en el Facebook) en una fiesta navideña o algo así por el estilo, en la que también se encontraba reunida toda mi familia en la antigua casa de mi abuelita.

El sueño era muy extraño, porque así como en la reunión había gente conocida, había otras que ni al caso, en el sentido de que no eran parte de nuestra vasta y numerosa descendencia, pero lo más curioso era también, que a la par de estar celebrando lo que era quizá la fiesta más importante del año, todos los ahí reunidos estábamos trabajando en el diseño de una especie de revista.

Fuera de mi núcleo familiar cercano, yo nunca he sido apegada a ningún otro pariente y dentro del sueño no era la excepción. Mientras la mayor parte del grupo discutía sobre una página que hacia falta con una felicitación general por las festividades, yo estaba en un rincón apartado (donde en un tiempo existió una mesita con un teléfono) y siendo un poco Grinch y al mismo tiempo testigo silencioso de todo cuanto sucedía, desde ahí me atrevía a sugerir que no se complicaran y publicaran simplemente un diseño elaborado fácil y rápido con muchos colores y una frase bonita y la firma de todos.

Al parecer mi idea era de su agrado, pues de inmediato se ponían a trabajar para materializar esa página que por lo que pude ver iba a ser una de las más importantes dentro de la publicación. Fue en ese lapso cuando de entre toda esa gente, de pronto apareció Martha Debayle.

Ella había estado todo este tiempo junto al resto de las personas, pero de pronto los dejaba para acercarse hasta ese rincón de la casa (muy cerca de la puerta) donde yo estaba sentada sobre una pequeña mesita, entonces lo primero que me decía era: "Querida, no me gusta para nada el auto que tienes".

Yo echaba un vistazo por el vitral que existía a un costado de la puerta principal de la casa, y veía estacionado un pequeño auto desvencijado en color azul de cuatro puertas... Si bien era cierto que no se trataba de un vehículo de lujo, tampoco lucía tan mal. 

Por alguna razón, yo sabía dentro del sueño, que yo no tengo auto (sólo una motocicleta), pero al mismo tiempo entendía que ahí, en ese espacio irreal, ese auto con la pintura un poco desgastada y que tenía cierto aire vintage de auto de fabricación europea, me pertenecía y para mi no estaba tan mal. 

Mi respuesta para ella era simplemente: "Eso es lo que hay", como dándole a entender que era un auto acorde a los recursos que yo tengo en este momento, pero ella replicaba, así como ese tono medio fresa y arrogante que la caracteriza: "Tú sabes muy bien que si te esforzaras realmente podrías tener uno mucho mejor".

La respuesta a ese nuevo argumento, yo la decía sólo adentro de mis pensamientos, y era algo así como: "Es muy fácil para ti decir eso que hasta ahora has tenido todo lo que quieres y sueñas", pero entonces, tal y como si ella hubiese leído mis pensamientos me replicaba: "Yo todavía no logro todo lo que quiero, aún hay muchas cosas que sueño alcanzar".

¡Wow!... Martha Debayle reconociendo que es una mujer que contrario a todo lo que se puede pensar, no lo tiene todo y también anhela y tiene sueños por cumplir como cualquier simple mortal. 

Ahí fue cuando desperté, y me levanté con la sensación de que no quería olvidar nada en absoluto de ese sueño tan incoherente, pero quizá al mismo tiempo tan lleno de señales y proyecciones personales.

Yo siempre analizo mis sueños y creo que este no tiene vuelta de hoja. Cuando me fui a dormir no pensaba en nada de lo que vi en el sueño, pero quizá ese espacio inconsciente fue el marco perfecto para crear un escenario imaginario en el que se combinó la presencia de una mujer a quien con todo y que no es nada sencilla, para mi, desde siempre representa una especie de imagen aspiracional porque no sólo es bellísima, sino que es una locutora, empresaria y comunicadora de la que todas las personas que amamos el trabajo en los medios y la comunicación, nos encantaría aprender.

El haber tenido como escenario para ese sueño la casa de mi abuelita, tampoco tiene vuelta de hoja. Ahí pasé la mayor parte de mi infancia, fue donde descubrí la magia de los libros y de leer para aprender acerca del mundo que me rodeaba... Todo eso, además de que hasta hoy, mi abuelita materna ha sido la mujer más sabia y generosa que he conocido

El mensaje es muy claro... tal vez eso que Martha dijo en el sueño, es lo mismo que yo llevo repitiéndome en silencio a mi misma durante todo este tiempo. Dejé de trabajar en medios, pero eso es lo que yo realmente sé hacer y aunque no tengo ni la menor idea de lo que será mi futuro a nivel profesional, lo que sí sé es que siempre voy a llegar a mi casa a escribir y de alguna forma todo lo que aprendí como comunicóloga lo sigo aplicando en mi trabajo actual y también en las cosas que voy creando para compartir en este espacio, y allá afuera, en el mundo real.

Estoy segurísima que Martha Debayle es una mujer que de verdad tiene sueños, pues por muy figura pública que sea, es también una mujer normal. Quizá el haberla involucrado en mi mundo imaginario sea de risa para quienes me lean, pero eso es lo que menos me importa., el objetivo de este blog nunca fue buscar la aprobación o el reconocimiento de alguien más... Que con el paso del tiempo lo que escribo, le haya servido a otras personas, eso es gratificante, pero eso ya es otra cuestión...

Yo escribo lo que siento y me gusta atrapar en letras lo que sueño, Por eso decidí nombrar este escrito haciendo referencia a Martha Debayle, porque estoy segura que ella es una mujer que también sueña, y porque al menos a mi, (a pesar de que a través de ella haya reflejado algo tan personal), me sirve, para buscar la posibilidad de volverlo algo factible de convertir en realidad. 

¡Gracias por las señales!

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