¿Cuánta belleza hay en tu vida?


Inicio de semana, luego de algunos días de andar un poco ausente de este espacio, al que siempre es un placer regresar para conversar con quienes a pesar de eso vienen seguido para leerme en letras.

Han pasado muchas cosas, pero ha habido poco tiempo para compartirlas, y aunque esa circunstancia en concreto no cambia, aún así y a diferencia de otros inicios, quise robarle al tiempo un pedacito, para venir a sentarme a tu lado y hacerte una pregunta que hace unos días también me hizo a mi mi propio corazón... ¿Cuánta belleza hay en tu vida?

Cierra los ojos, analiza y piensa por un momento.... Cuando digo "Belleza" no me refiero a cosas materiales... Si tangibles pero no precisamente las comodidades que son parte ya de nuestra vida cotidiana, y por ende ya las damos por hecho. Mi cuestionamiento va más allá de eso, pues quiero que donde quiera que tú estés y me estés leyendo, te detengas un instante y vayas mucho más adentro, directo hasta interior; para que desde allí escuches lo que tu alma tenga que decirte y esa sea la respuesta que me des a mi.

La belleza es muy relativa, varía de persona a persona, pues se conforma de las cosas que "nutren tu alma"... Todo el tiempo "allá afuera" escuchamos hablar a todo mundo acerca de que el cuerpo necesita "nutrirse", pero pocas veces se habla y otras menos alguien nos enseña como alimentar nuestro interior, eso que realmente eres... La belleza es uno de esos ingredientes que brindan lo necesario no sólo para vivir.

En pocas palabras, la belleza es todo eso que te hace feliz, que te lleva a conectarte con tu alma, con tu esencia, con lo que tú realmente eres; es eso que te lleva a sorprenderte cuando descubres algo nuevo o que jamás habías visto, lo que te hace emocionarte o llorar cuando escuchas una canción, ves un cuadro, una obra de teatro y que tantas veces está ímplícito en el arte; pero es también todo eso que de alguna manera forma parte de tu vida diaria y está lleno de simplicidad.

Por ejemplo, para mi la belleza es este espacio que me tomo para venir a escribir y compartir todo esto -de lo que comúnmente no se habla- contigo, en el blog; son esas conversaciones a las tres de la mañana con alguien especial o con los amigos hablando de todo y nada, en las que puedes amanecerte porque el tiempo se te va como agua... Es estar a solas en silencio hablando con Dios tan sólo con la voz del pensamiento a deshoras de la madrugada, cuando el alma aprovecha para que puedas escuchar lo que de verdad tiene que decir, y por eso te despiertas... No es precisamente un insomnio común.

Eso es conectar contigo, con tu espiritualidad, y todos lo necesitamos... Más en este mundo tan de cabeza, pero que irónicamente al mismo tiempo es tan hermoso... El otro día, cuando de camino al trabajo se me ocurrió la idea para escribir este post, viendo a las personas que iban por las calles o viajando en el mismo transporte que yo, me cayó el veinte de que a pesar de que todos tenemos problemas y que la mayor parte del tiempo pasamos trabajando para ganar dinero y cubrir nuestras necesidades y enfocando nuestros sentidos y nuestra mente a la idea de solucionar cosas y obtener la satisfacción de nuestras propias necesidades, no sólo al final del día necesitamos también desprendernos de eso y llenar nuestros sentidos de algo valioso porque precisamente en ello radica el hecho de obtener fuerza para seguir adelante a pesar de que haya días grises o situaciones que no esté en nuestras manos resolver...

Algo así como cuando los aviones en medio de una turbulencia o tormenta, se elevan por encima de eso y son capaces de seguir... Es entonces cuando las cosas que nos abruman se pueden observar desde un punto diferente y con menos dolor, dramatismo o preocupación... ¿Si me captas lo que quiero decir?

En este Lunes ese es precisamente el propósito de este blog... Invitarte a que pienses cuáles son las cosas bellas que hay ya en tu vida, y que a pesar de que seas la persona más ocupada del mundo, te des el tiempo para buscar todo eso que te lleva a conectar con lo más profundo de tu ser para darle exactamente a través de lo más sencillo las cosas que te hagan sentir bien.

Esa es una de las claves para encontrar la felicidad y todos nos lo merecemos. Así que date el tiempo, para cantar, para pintar, para escribir, para salir a caminar, para andar en bici, para tomarte un baño y consentir a tu cuerpo sin prisas; sentarte a leer (así sean tan sólo unas páginas), de ese libro que compraste y tanto querías, pero tienes arrumbado por falta de tiempo.

Quizá también para quedarte en silencio al final del día, o más curioso, como me ha sucedido a mi últimamente... Que en medio de ruido de máquinas y personas, puedo hablar conmigo misma, escucharme y al mismo tiempo hablar con Dios... Eso ha sido mágico y muy especial de aprender.

Antes de finalizar y desearte que tengas una semana muy productiva, deseo de todo corazón que en este lapso de cinco días que estás por vivir, te des el tiempo para acariciar a tu mascota, para conversar con un buen amigo sobre algo especial y valioso, para preguntarle algo que no sea lo de siempre como hablar del clima o de como están difíciles las cosas; para ver fotos de lugares hermosos, de animales en su hábitat natural, o simplemente de salirte al patio de tu casa o tomarte un instante para caminar hasta algún parque cercano, quitarte los zapatos y sentir que eres parte de algo mucho más grande cuando empieces a sentir la humedad del pasto bajo tus pies...

Necesitamos tanto retomar todo eso, conectarnos para darnos cuenta que somos algo más allá de un grupo de personas afrontando retos, capoteando problemas, pero sobre todo que más allá del rol que te haya tocado desmpeñar en este momento de tu vida, eres un alma dentro de un cuerpo que también necesita alimentarse y ser escuchada... ¿Qué tanta belleza consumes a diario?... Analízalo... Apaga la tele, no te claves en las malas noticias en los medios, ve a un concierto, escucha ese disco con música que te transporta, lee un buen libro, busca una película que te deje algo hermoso en el alma, vete al parque, ve al cine, siéntate a jugar con un niño, retoma ese hobbie que te gusta tanto.... En pocas palabras busca toda esa belleza que contribuya a "nutrir" tu cuerpo espiritual.

Yo caí en la cuenta de eso hace unos días y mi tarea ha sido venir a recordártelo hoy.

¡Buen inicio de semana!

Comentarios

Entradas populares